Artículo escrito por
RAMÓN ÁLVAREZ MON. Socio de La Galerna y colaborador en Radio Marca
El paso del tiempo siempre hace justicia a las leyendas. Ahora puede
resultar complicado para algunos madridistas, pero dentro de un tiempo les
contarán a sus hijos y nietos el decisivo papel que jugó Gareth Bale en su
felicidad como madridistas. Porque el álbum de fotos de Bale es prácticamente
inigualable para la mayoría de jugadores que son considerados estrellas. En la
primera página tendríamos el gol de la final de Copa. Aquel día Bale metió unos
de los goles más madridistas que uno recuerde, un desafío ante lo imposible en
aquella carrera que ni siquiera pudo seguir el realizador, no digamos Bartra.
La siguiente página mostraría el gol de la victoria de la Décima, que no es
una Champions cualquiera: fue la que no dio la paz suficiente para que después
llegasen las siguientes. El gol de Ramos siempre será el más recordado, pero el
de Bale nos evitó unos penaltis que hubieran acabado con nuestros corazones. La
jugada de Di María fue maravillosa, pero aquel galés corrió con una fe muy
madridista y en el minuto 110 tuvo la fuerza y la serenidad de cabecear dentro
el balón.
En la tercera página sin duda veríamos la final de Milán. Cabe recordar que
estábamos de nuevo en el partido más importante del año gracias al gol
solitario de Bale ante el Manchester City. En Milán Bale fue sin duda el mejor
de los atacantes del partido. Su cabeceo resultó decisivo en el gol de Ramos y
posteriormente volvió a demostrar su valentía madridista marcando el penalti
del cojo. Nadie en el campo podía creer que se atreviese a chutar un penalti
tan decisivo en esas condiciones, pero el galés asumió la responsabilidad que
le concedía su estatus en el equipo y le ahorró ese trago a otro jugador.
La página más brillante sería la de Kiev. Aquella noche Gareth salió
enrabietado al campo y marcó el gol más espectacular, que me perdone Zidane,
que se recuerde en una final. Suyo fue también el tercero y por tanto esa
Decimotercera lleva claramente su nombre. Entremedias podría haber otras muchas
fotos del día a día porque Bale durante sus primeras 5 temporadas fue un
productor asiduo de goles y asistencias. Con una media superior a los 0,40
goles por partido, quedarnos únicamente con su lucimiento en las finales sería
del todo injusto. Bale ha sido también un enorme puntal en la mayoría de los 16
títulos que el Madrid ha conquistado durante las 7 temporadas que ha
permanecido en el Club.
En el aspecto negativo habrá que recordar el trato vejatorio que ha
recibido por parte de muchos periodistas. Desde el principio se identificó a
Bale como un fichaje de Florentino y por tanto fue la diana perfecta para
esconder soterradas críticas hacia el presidente. Falacias como que no sabía
hablar español o que sólo se dedicaba al golf colmaron las portadas desde los
primeros días, pero sólo surtieron real efecto cuando el rendimiento de Bale
cayó en las últimas 2 temporadas. Sería una falta de respeto hacia Bale no reconocer
la caída en su rendimiento, sería no considerarle lo gran jugador que ha sido.
Ahora que su salida se ha certificado sólo queda desearle lo mejor y recordar
los grandes momentos. Porque sí, madridista, puedes haberle criticado todo lo
que quieras estos últimos años, pero cuando le recuerdes en el futuro jamás
podrás olvidar lo feliz que te ha hecho.
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