miércoles, 8 de abril de 2020

NUESTRA ESCALA DE VALORES, PARA BIEN




Artículo escrito por el periodista TOMÁS RONCERO.


Agradezco a la Federación de Peñas Madridistas de Cataluña que me dejen esta humilde tribuna para poder dirigirme a todos vosotros. Pero esta vez me vais a permitir que haga una excepción y no traslade mi mensaje sólo a los miles y miles de madridistas que hay allí, sabiendo el mérito que tenéis por defender el escudo del Club Más Grande de Todos los Tiempos en el núcleo donde reside nuestro eterno enemigo deportivo. 

En esta ocasión mi reflexión se extrapola y amplifica a todos los catalanes, sean del equipo que sean, porque esta terrible pandemia que nos está azotando no distingue de razas, clases sociales, gustos futbolísticos o desempeño laboral. El coronavirus está poniendo a prueba nuestra capacidad de sacrificio y nuestro poder de reacción ante el mayor desafío al que se haya enfrentado jamás la sociedad que nos ha tocado vivir a los de nuestra generación. Nuestros abuelos nos hablaron de la guerra civil, más de 80 años atrás, pero jamás imaginábamos que íbamos a sufrir un confinamiento de este calibre y ya asumimos que nuestro mundo, tal y como lo hemos conocido desde niños, va a dar un giro completo a partir de ahora. Tenemos que estar preparados para estar a la altura. Y lo conseguiremos. España, unida, siempre ha sido una nación capaz de todo. Lo haremos por los seres queridos que se nos han ido en la terrible ola de esta cruel enfermedad.

Lo seguro es que cuando acabe esta pesadilla vamos a cambiar nuestra escala de valores. Para bien. Ahora disfrutaremos más que nunca de una simple conversación, de una cerveza fresquita en una terraza tomando el sol, de un bañito en la playa con la familia en verano, de un abrazo de nuestros hijos, de un beso de tu mujer, de un gol heroico de Sergio Ramos, un regate eléctrico de Vinicius o un triunfo en el Clásico ante el Barcelona (no olvido el del pasado 1 de marzo en nuestro estadio). Todo eso que ya formaba parte de nuestro paisaje y nos parecía algo lógico y asumible sin presumir, ahora se convertirá en un tesoro de valor incalculable. 

Los madridistas soñamos estas últimas semanas con el día en el que de nuevo se puedan llenar las gradas del Bernabéu para animar a nuestro Madrid sin que ello suponga un riesgo para nuestra salud. O vuestras reuniones en las peñas los días de partido para cantar las conquistas de la tropa de nuestro querido Zidane. Eso volverá, amigos. Que no os quede la menor duda. Y lo bueno es que lo vais a saborear como si fuera la primera vez. Vamos a ganar la batalla al COVID-19. Esa será nuestra próxima champions.

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